En una serie de artículos titulada “Torres de Secretos”, el New York Times reveló en 2015 la forma oscura en la que gran parte de los inmuebles de alto valor en EE.UU es propiedad de personas famosas y con conexiones políticas en todo el mundo. La organización anticorrupción Transparencia Internacional llevó a cabo un ejercicio similar en el Reino Unido, en el que demostró que apartamentos (entre otros bienes) en los distritos exclusivos de Londres, Kensington y Chelsea, eran propiedad de empresas ficticias.